Propiedades
La equinácea contribuye a disminuir la fiebre, la mucosidad y la tos asociadas tanto al resfriado como a otras enfermedades del sistema respiratorio.
El uso más frecuente de la equinácea, y por el que es más conocida, es para reducir los síntomas del resfriado común. Esto se debe a las dos principales propiedades de esta planta, esto es, su capacidad para reforzar y potenciar el sistema inmunitario –es un antibiótico natural capaz de activar nuestra producción de leucocitos– y como antiinflamatorio.
Está demostrado que la equinácea contribuye a disminuir la fiebre, la mucosidad y la tos asociadas no sólo al resfriado sino también a otras enfermedades del sistema respiratorio, facilitando y acelerando con ello el proceso de recuperación, y aunque en cierta medida contribuye a su prevención, los estudios médicos no confirman de forma definitiva que tomándola de forma previa podamos evitar dichas patologías, aunque sí minimizar sus efectos.
Pero no sólo se emplea para las enfermedades del aparato respiratorio (sinusitis, bronquitis, faringitis…), sino que esta planta también tiene otra serie de aplicaciones – en su mayoría relacionadas con los procesos infecciosos, ya que actúa como bloqueador de la acción de virus y bacterias.