Nota de cata
Café con fragancia enzimática floral y base de chocolate, con notas de miel
y de fruta, que recuerda a una fruta de hueso.
Es un café completo, delicado, dulce, con cuerpo ligero y baja acidez.
Origen
En Burundi casi toda la población vive de lo que cultiva, y unas 700.000
familias lo hacen directamente del café.
Es un país sin salida al mar, con escasos recursos económicos y una
economía predominantemente agrícola, en la que el café es vital.
El café burundés representa hoy por hoy poco más de un 1% del mercado
mundial, un porcentaje que aunque muy bajo en comparación con otros
países productores, significa hasta el 65 % de las exportaciones de Burundi
y por tanto una fuente importante de ingresos para la economía nacional.
La producción de café en Burundi es principalmente una actividad de
pequeños agricultores, estimándose que aproximadamente un 30% de los
hogares de todo el país dependen de este cultivo para su subsistencia.
Las fincas son pequeñas, inferiores a una hectárea y se estima la media de
árboles por caficultor, entre 50 y 250 unidades, un ratio perfecto para
asegurar un cuidado puntual de los árboles y asegurar cafés de alta calidad.
En las fincas burundesas crece básicamente café arábica.